(503) 2213-1280En El Salvador las personas más jóvenes tienen mayores intenciones de migrar
El pasado martes 06 de junio de 2023, la Fundación Dr. Guillermo Manuel Ungo (FUNDAUNGO) presentó los principales resultados del estudio “Intención de Migrar y Actitudes Políticas en El Salvador”, en el cual se analizan los factores que inciden en la intención de migrar de la población y se compara el perfil político entre los probables migrantes y quienes no tienen intención de migrar. Además, explora las interrelaciones entre las preferencias políticas de los salvadoreños con las de sus familiares residentes en Estados Unidos.
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De izquierda a derecha: Carlos Argueta, Ricardo Córdova, Jaime Rivas y Karen Fernández.
El estudio fue presentado por sus autores: Carlos Argueta, Coordinador de Estudios de Opinión Pública de FUNDAUNGO; y Ricardo Córdova, Director Ejecutivo de FUNDAUNGO. Además, contó con la participación de los comentaristas: Karen Fernández, Coordinadora de Asuntos Estudiantiles y docente de la Escuela de Comunicación Mónica Herrera; y Jaime Rivas, Director del Observatorio de Juventud y Familia de la Universidad Don Bosco.
Los datos presentados en la investigación fueron retomados del Estudio de Panel Electoral: El Salvador 2018-2019, que dio seguimiento a las opiniones de un mismo grupo de respondientes en cuatro momentos en el tiempo, en el marco del ciclo electoral 2019.
Entre los principales hallazgos, destaca que, para finales de 2018, 3 de cada 10 salvadoreños (29.9%) expresaron intención de abandonar el país. Esta potencial decisión de migrar se mantuvo para finales de 2019. La población salvadoreña que más intención de migrar reportaba correspondía a los hombres, las personas jóvenes y aquellos con mayor grado de escolaridad. Así, el 40 % de los jóvenes de 18 a 29 años expresó intención de migrar del país.
El estudio destacó que la situación de desempleo es también un factor que detona la intención de emigrar. Al respecto, Carlos Argueta recalcó que “la posición del individuo en el mercado laboral, y su capacidad de permanecer en este, continúa incidiendo en la probabilidad subjetiva de querer abandonar el país”.
“El estudio nos muestra que la situación económica sigue siendo el principal detonante de la migración (…) y esto es congruente con las evidencias que tenemos en diversos estudios en la materia. Llama la atención cómo el estudio revindica la posición de los individuos dentro del mercado laboral, lo cual nos sugiere una línea de trabajo en la política pública, en términos de generar condiciones de empleo digno en el país”, agregó Jaime Rivas, durante su intervención como comentarista.
En cuanto al perfil político de los probables migrantes, se destaca que estas personas tienen un mayor capital político, son quienes perciben mayor efectividad del voto, expresan mayores niveles de satisfacción con la democracia y de conocimiento político, mayores niveles de interés en la política, tienen más confianza hacia las instituciones, y quienes establecen redes de socialización política más amplias, entre otras características que contribuyen a la vida democrática. Sin embargo, este grupo también expresa mayor apoyo al líder fuerte y tienen más propensión a considerar la dificultad para que los partidos políticos establezcan acuerdos y tomen decisiones dentro de una democracia. Los hallazgos del estudio reflejan una relación importante entre las preferencias partidarias de las personas encuestadas con sus familiares en Estados Unidos.
“Es probable que los posibles migrantes no coloquen en categorías equivalentes la confianza que expresaban al Gobierno y la posibilidad de migrar, (…) es decir, que se puede seguir teniendo confianza en el Gobierno y, aún así, estar dispuesto a migrar, porque la migración es multicausal”, expresó Karen Fernández, al compartir sus comentarios sobre los principales hallazgos del estudio.
Al ahondar en el perfil de los posibles migrantes, durante su presentación, Ricardo Córdova destacó que estos “representarían una pérdida no solo de talento humano y de capacidad productiva, sino que además representarían una potencial pérdida de capital político para la vida democrática de El Salvador, en caso de que tomaran la decisión de migrar a otro país”.